España ha hablado.

A algunos les sorprende el número de abstenciones, pero lo cierto es que no se sale de lo normal, un tercio de la población suele actuar así elección tras elección. Así que los que han decidido hacer uso de su derecho a voto, lo han hecho y han hablado alto y claro.

No voy a decir que me sorprendan los resultados, el descontento general hacia el Partido Socialista indicaba desde hacía tiempo que el Partido Popular iba a ganar de calle, aunque algunos no han querido creerlo hasta el último momento. Aún se vota en muchos casos por venganza, pero hay otros que de verdad creen que es el cambio que necesitan, y no somos nadie para imponer nuestra opinión.

Tampoco voy a entrar en si me parece mejor o peor, sé que yo he votado en conciencia a un partido político que incluía en su programa la supresión de los privilegios políticos, la separación efectiva de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, la reforma de la ley electoral, listas abiertas y transparencia (entre otras muchísimas cosas), que son para mí los puntos básicos que necesitamos para conseguir cambiar lo que está ocurriendo. Cada cual ha hecho lo que ha creído mejor con su voto y lo respeto totalmente.

Independientemente de quién gobierne ahora o quién va a gobernar el año que viene; independientemente de qué ideología se imponga en las urnas o en las acampadas; independientemente de cuánta decepción recorre ahora a quien ha luchado por el cambio (ya sea decepción por el resultado electoral o por lo que está ocurriendo con nuestra revolución); independientemente de todo eso, aquí aún queda mucho por hacer y no debemos rendirnos ahora.

Estoy segura de que los que aún quieren salvar la revolución y conseguir algo, no pretenden imponerse a los demás. También estoy segura de que la gran mayoría, sea del lado que sea, no quiere verse representada por corruptos ni aprovechados, aunque a veces prefieran votar a los partidos que cuentan con esas personas entre ellos y darles otra oportunidad teniendo fe en que tal vez eso se acabe arreglando, o que los beneficios que pueden reportarles esos partidos subsanarán el hecho de que algunos sean corruptos y de que todos se aprovechen.

Creo que lo que debemos hacer a partir de ahora es buscar el apoyo de todas las personas, sean del lado que sean, para acabar con la injusta democracia actual. Si dejamos a un lado nuestras ideologías y opiniones personales con respecto a todo lo que no sea la reforma de la democracia, podremos hacerlo.

Ya no importa si gobierna PP o PSOE, lo que importa es que no paremos hasta que todos los partidos cumplan con los requisitos mínimos que todos o casi todos creemos que deben cumplir. Hay que llegar a un consenso de mínimos que nos una A TODOS, difundirlo lo máximo posible y conseguir el apoyo demostrado de la gran mayoría. Si de verdad pudiésemos conseguirlo, los grandes partidos no podrían seguir haciendo oídos sordos a lo que toda España al unísono les estaría gritando y no les quedaría más remedio (aunque fuese por vergüenza) que cumplirlo.

Sí que es cierto que España ha hablado, y de forma contundente además.

Yo creo que la variación en torno a nulos y blancos no ha sido muy significativa entre 2007 y 2011, hay un ligero aumento pero lo cierto es que a nivel general es muy pequeño.

A mí la verdad es que los resultados sí me han sorprendido; si bien esperaba, como casi todos supongo, una victoria del PP, no imaginaba que iba a ser tan arrolladora. El PSOE ha perdido todas las comunidades autónomas, y creo que solamente en Asturias gana en las municipales al PP. En mi opinión, ha habido un claro voto de castigo al gobierno como consecuencia de la crisis económica.

Yo también creo que no debemos rendirnos. Nos esperan años difíciles. Muchos hemos salido a la calle estos días porque estamos hartos y sabemos bien por qué. Somos conscientes de que los problemas de nuestro país no están únicamente en la crisis económica, de que hay partes de nuestra democracia que necesitan una regeneración. Tenemos que trabajar sobre un consenso de mínimos que abarque al mayor número de personas posible, es la única manera de conseguir algo.

Por eso mismo, aunque discrepo desde la distancia con muchos aspectos del movimiento, no voy a retirar todavía mi voto de confianza. Necesitamos un cambio, y si no lo empezamos los que nos ilusionamos con esto, no podemos esperar que otros lo empiecen.

Para empezar me gustaría dejar constancia que se trata de unas elecciones municipales, que nadie asocia a ningún cambio en la legislación estatal, por lo que no se entran a valorar cambios legislativos.
Por otra parte, tampoco se han dado a conocer otras propuestas y me explico:
Cualquiera de los que andamos por estos lares tenemos conciencia de otras alternativas, pero el gran montante de la población no los conoce; hay muchos que no tienen internet o que solo lo utilizan para chatear, leer el correo electrónico y, en el mejor de los casos, para leer el periódico.
No hay una publicidad sobre las alternativas, y lo digo como lección a aprender para las generales. Es muy bonito esto de la comunicación a través de la red, pero hoy por hoy, no es ni de lejos una realidad.
Las fotos de las acampadas han sido muy bonitas, pero aun acrecentadas por su presentación en los medios de comunicación, no han tenido una respuesta, hablando en números, como para cambiar la dirección del voto.
A todo esto hay que añadir que en muchos municipios ni siquiera tenían candidatura algunas de las opciones y, en las que los tenían, los candidatos no eran conocidos.
No hay que ser pesimistas con los resultados, sino más bien al contrario; feudos socialistas se han visto ocupados por un partido contrario, lo cual significa que se han hecho más conscientes de la importancia de su voto y de lo negativo de eternizar partidos. Municipios en los que todos aquellos que se pronunciaban en contra del partido socialista eran vilipendiados públicamente, el 22M se pronunciaron unánimemente en contra.
No se puede pretender que las gentes de esos municipios, que no han conocido otra cosa que la dictadura socialista, se creen de la noche a la mañana un espíritu crítico tan desarrollado, hay que ir por partes y la primera ya está hecha, ya han perdido el miedo.
Por otro lado, y volviendo a las alternativas, bajo mi punto de vista IU ha demostrado ser peor que los dos grandes partidos y han tenido su castigo en su propio feudo, Córdoba, por practicar las mismas artes que el partido socialista. En cuanto a UPyD, no me parece más que un compendio mezclado y revuelto de peticiones dispersas a fin de arrastrar votos descontentos, pero que a la postre, se dibuja como uno más, igual que el resto, y de hecho retiró a su imputado sólo cuando se publicó en los medios y duplicó candidatos en distintas circunscripciones, excusándose en un despiste sólo cuando salió publicado en los medios.
Ni el uno ni el otro generan confianza, al menos no más que los que han gobernado hasta el momento, así que la alternativa tiene que ser otra y conocida para toda la ciudadanía.

En resumen, los resultados son positivos en cuanto a que representan un cambio drástico en un gran sector de la población que inevitablemente implica un espíritu crítico del que carecían hasta este proceso electoral. Se ha dado el primer paso y así hay que verlo. No podíamos esperar que el conocimiento llegara por ciencia infusa de la noche a la mañana.